La lucha contra el narcotráfico ha terminado por definirse: la guerra es, principalmente, contra el gobierno, con lo cual, si se hace una rápida conexión con los motivos de fondo de la Revolución Mexicana, estaríamos viviendo otro movimiento armado similar, en donde personas inocentes, como siempre, están pagando las consecuencias. Ambos movimientos tienen, si se observa bien, el mismo problema de fondo: la inequidad, la desorbitada riqueza de unos y la extrema pobreza de otros. La corrupción del sistema –es imposible saber el número de servidores públicos que trabajan para el gobierno y el narcotráfico a un tiempo- ha llevado al delirio a una sociedad que no tiene por qué pagar los pecados que no cometió. Lo que vemos hoy, insisto, no nació ayer. No: estas raíces tan largas vienen de décadas de gobiernos que nos vendieron una paz virtual, tal como lo hacen las economías de burbuja. Mientras todo parecía muy tranquilo (eso sí: gobernantes y capos tenía bien amarrados sus convenios), un gran sector de la sociedad era arrastrada por las adicciones, de espaldas a la responsabilidad del gobierno de crear las condiciones de prevención o rehabilitación debidas. Y ahora ese otro problema está fuera de control y se ha convertido, también, en otro foco rojo. No menos ayer veía que un joven robó un botín de cincuenta mil pesos en joyas que vendió en dos mil pesos para comprar droga. ¿Y así nos causa sorpresa que los delitos hayan aumentado considerablemente? Lo voy a decir sin rodeos: servidores públicos corruptos, rectores corruptos, funcionarios corruptos, periódicos corruptos, empresarios corruptos (que no pagan los impuestos debidamente), sociedad civil corrompida (que culpa de todo al gobierno y luego mira con desprecio a la anciana que se acerca para pedirles un peso para comer), etcétera, son los culpables de toda esta sangre. Yo mismo me siento culpable de no poder convertir en balas de verdad estas miserables palabras con las que escribo para así poder asesinar de tres tiros en la frente a la ignominia.
Escribe un comentario en este artículo
Artículos | 11 de febrero, 2022 | 0
Artículos | 23 de enero, 2022 | 0
Artículos | 4 de diciembre, 2021 | 0
Artículos | 12 de noviembre, 2021 | 0
La corrupción está instalada en todo el planeta. Nos corroe y llega hasta cegarnos y sin darnos cuenta, sin quererlo, y sin pensarlo estamos girando con ella.
Tu denuncia es necesaria y necesita de todo nuestro apoyo.
Gracias
Tremendamendote bueno tu artículo. Estoy totalemente de acuerdo contigo. Quizá suene descabellado, pero creo que para componer esto tendría que haber una neorevolución en México. También me siento corrompida en no decir tantas cosas más a mis lectores.
Gracias por compartir.
Estoy de acuerdo en lo que dices. Sólo difiero con las última líneas de tu texto. No se remedia todo esto con emociones, ni balas de nadie. El problema es muy serio. Para entender la inmensidad del problema tuviste que alejarte y vivir en una sociedad que, si bien no es perfecta, está constituida en bases éticas diferentes. No es cierto que haya igual corrupción en todas partes. Eso lo dice el gobierno que no quiere comprometerse con el trabajo de cambiar el sistema educativo. El remedio en contra de la corrupción es trabajoso y es difícil. Pero el cambio puede darse a través de la educación. La voluntad para establecer un medio ético es el motor del cambio. Hay que ver cómo se puede motivar una cantidad significativa de gente para que exista esa voluntad, y para que se eduque en forma distinta a la generación que ahora son niños. Hay que ver cómo se puede pasar de la queja a la acción.
Estimado Rogelio
Según la evidencias no le corresponde a un hombre de letras sentirse culpable por estar inerme ante los hechos , pues éste posee el arma más terrible, la palabra. Tú mismo apuntas con la metáfora final del artículo, una tradición de los intelectuales latinoamericanos que caracterizó Juan Montalvo con la frase “Mi Pluma lo mató”, ante la muerte del dictador. Cerrar filas significa armarse de la palabra, convertir la inercia en critica constante ante la corrupción del medio.
Estimado Rogelio,merecidas palabras para un sistema que siempre fue malo. Las histórias (de los Estados) parece que siempre fueron armadas por «negócios» o corrupción, de la oligarquía de plantón. Humanamente estamos pobres, pero estas islas humanizadas nos salvan y dan esperanza.
El problema no es nuevo; el problema tiene por lo menos dos puntos de vista; el problema no es lo imporante. Lo que sí es importante es tu actitud ante el problema: ¿víctima o victimario? Las dos actitudes aparencen en tu artículo. Cómo te sientes tú ante el problema y quién demuestras ser ante el problema: ese es el problema, o mejor todavía That is the question.
Javier
Buen día, en mi opinión el texto parece ser interesante, poético pero información común e incluso violento en su propuesta. No explica de manera objetiva la problemática actual en solo un párrafo. Creo que ya no es funcional glorificar nuestra desgracia perpetua, acentuar problemas sin solución y ser solidarios en lamentarnos de nuestra mala suerte. Por otra parte si pretendemos conocer las raíces del problema entonces cuales son las propuestas para revertir esta situación. Cual es la formula de compromiso personal, comunitario para revertir esta situación y dejar un mejor país a nuestros hijos. Un saludo.
querido josé, en mi opinión la solución está precisamente en no cuestionar tanto (como lo has hecho, digamos,
en tu opinión que viertes) y hacer las cosas, nada más lo que nos corresponde desde nuestro ámbito
para evitar que esto se siga abismando. en méxico todo lo que hacen nosotros nos parece mal,
es una actitud ya del mexicano, no podemos aceptar sino nuestras propias razones, y así es imposible
llegar a los consensos que necesitamos para avanzar, aunque sea, un paso. no veamos aristas en todo.
actúemos, mejor, en consecuencia, con honestidad, civilidad, tolerancia, respeto, cada uno de nuestros días,
todos los días. espero que esto conteste tus preguntas.
El fondo de la Revolución Mexicana fueron las tremendas desigualdades sociales, el abuso sistemático de la población y la falta de oprtunidades para crecer. Ves tan sólo una parte de la realidad, hay mucha gente construyendo y cambiando lo que está mal. Hay jóvenes que se recuperan y consiguen una vida productiva. La soberbia nos lleva a generalizar nuestro particular punto de vista y a decir «los mexicanos» cuando es tan sólo una perspectiva individual desde un país lejano. Yo vivo aquí y sé que las cosas están mal pero lucho en lo que me atañe para mejorar.
Un saludo