La FEC, otra vez

1. 4 de febrero, 2012
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Hace unos días apareció en los medios el líder usurpador de la FEC dando unas declaraciones sobre el aumento de las cuotas universitarias que claramente tenían la intención de dejar muy mal parado al rector Aguayo, quien, dicho sea de paso, todavía tiene pendiente en su agenda el asunto del FOSAP.

Pero la declaración de Mancilla es curiosa porque lo único que refleja es ya el aislamiento en el que se encuentra este personaje caricaturesco y, sobre todo, que no es el rector Aguayo quien ha estado solapando los caprichos del espurio sino, ya lo sabemos, el Indeseable. Lo único realmente positivo en todo esto es que el líder de la FEC, Fernando Mancilla, demuestra, en cada acción que realiza y cada que abre la boca, que su futuro político es un sueño que sólo se cree él y ningún partido político más, a menos que el PRD le haga aspirante de algo tal como lo hizo con el Mesías Nico Contreras. La carrera política de Fernando Mancilla está concluida, y no porque no pueda tener «rentabilidad electoral» (ya sabemos que las encuestas podrían decirnos lo que queramos escuchar), sino porque los partidos políticos y la sociedad en general lo que menos necesitan para sobrevivir son personajes como estos. Ahora lo que falta, nada más, es que alguien se lo diga directamente, porque parece que él, como todo buen tiranuelo, no se ha dado cuenta.

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