Aborto

En México, gracias al reaccionario catolicismo y a sus fieles seguidores, el aborto es una cárcel. Esto es: las mujeres no pueden decidir sobre su cuerpo. Y más allá de eso: sobre su vida, su futuro, su bienestar físico y mental. La modificación a la Constitución en este sentido es como sacar la cabeza del vagón y mirar hacia atrás, en lugar de hacerlo hacia el siguiente paradero. Ojalá que todas las instituciones que apoyan los derechos de las mujeres, como el CAM en Colima, no dejen de luchar por conseguir que este derecho –legítimo, por lo demás- sea parte de la vida integral de las mujeres, sobre todo de las más desprotegidas. En Nueva Zelanda el aborto es legal. Las mujeres tienen este derecho. Lo poseen como poseer sus pechos, sus labios, su vagina. Son las dueñas de sus cinco sentidos, y, por su puesto, también de su sexto. Por si de algo sirve, aquí dejo la website de la Abortion Services in New Zealand: http://www.abortion.gen.nz/ Ojalá sirva para arrancar las bisagras y dejar que el aire entre libre por todas las ventanas.

Ecos de la Costa

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1 comentario en “Aborto”

Víctor Hugo Alarcón 26 marzo ,2010 a las 9:58 pm

Sin ser religioso (ni siquiera católico), pienso que algo de justicia debe haber en el asunto, porque nos guste o no, un aborto no es un procedimiento tan sencillo como operarse las nalgas o las chichis, dejando de lado cualquier tabú, la sexualidad implica responsabilidad y vamos, repito, no es asunto de legislar sobre los derechos de las mujeres, que si deben o no abortar, sino más bien legislar con el interés legítimo de mejorar la calidad de vida, la educación, el empleo, el acceso a la información y a la salud (que incluye asesoría en cuanto a métodos anticonceptivos) para los sectores más desprotegidos de la sociedad mexicana.

En cambio, con estos movimientos legislativos, sólo se busca ganar votos a favor, más concretamente el PRD que fue quien inició esta serie de reformas en el D.F. tras el fiasco que resultó ser López Obrador (porque cómo la obró, entíendase obrar por defecar).

Quizá el aborto sea una opción en un país del primer mundo, pero en México, país de serias desigualdades sociales, el aborto viene a ser una raya más al tigre, tenemos narcotráfico, secuestro, violencia, y encima de todo eso, en lugar de solucionar las necesidades más básicas, le damos una herramienta más a la gente para que sea irresponsable.

Pienso que no hay derecho, simplemente porque no estamos preparados para ello.

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