La inclusión

Del 29 y hasta el día de hoy se desarrollará la Conferencia Internacional MUSE, que tiene entre sus temas principales el de la inclusión, término que puede ser abordado desde múltiples enfoques pues en realidad afecta de forma concreta de
múltiples maneras nuestra vida (para nuestro caso específico) educativa. No es, por tanto, un asunto que se deba abordar maniqueamente, pues con respecto a la inclusión no todo debe ni puede ser blanco o negro, sino más bien debe tratarse con la flexibilidad, la tolerancia y el respeto que en la vida misma nos impone la interacción con los otros, y más en sociedades como la nuestra, que tienen grandes brechas en términos sociales, raciales, económicos, educativos, intelectuales e incluso religiosos. Nuestra universidad misma, por ejemplo, sería una muestra clara de una sociedad plural y diversa en términos sociales, étnicos, culturales y religiosos,  claro reflejo de la sociedad en que vivimos.

¿Cómo, pues, crear las condiciones para que la inclusión se dé de manera efectiva, más allá del mero discurso, entre estudiantes, profesores, etcétera? No es una tarea fácil, pero tampoco lo es imposible si nos proponemos crear reglas claras que con el pasar del tiempo nos habitúen a aceptar la diferencia, a respetarla y a asumirla como parte de nuestra vida. Si bien la discapacidad física es uno de las situaciones más visibles en cuanto al tema de la inclusión, no lo son menos las problemáticas de la salud mental (que también aíslan y excluyen), de las diferencias raciales o económicas e incluso de los usos y costumbres sociales.

Ser incluido no significa contar con una rampa para que pueda acceder a un edificio en mi silla de ruedas, significa que nadie cuando me observe subir esa rampa me verá “diferente”, porque en la inclusión las diferencias no importan cuanto lo que tenemos en común y nos da identidad humana.

Todo lo que sea marcar diferencias (tú eres secretaria y yo soy el jefe, por lo tanto valgo más; tú eres alto y yo soy bajo, por lo tanto soy más; tú tienes un solo pie y yo dos, por lo tanto te aventajo) es exclusión. El tema, como se ve, es más complejo y profundo de lo que a simple vista parece, por eso es crucial para tener una sociedad más sensible y con mayor conciencia humana.

Yo realmente celebro que nuestra casa de estudios se preocupe por temas que son torales para nuestro bienestar y desarrollo como sociedad, intentando que estos temas trasciendan los límites universitarios y permeen la vida de nuestra comunidad en general, se conviertan en políticas públicas, luego en usos y costumbres sociales y finalmente en nuestra forma natural de ver a los demás y a nosotros mismos, porque de esa manera (incluidos todos en un mismo proyecto de sociedad y nación) conseguiremos cualquier propósito que nos impongamos.

 

 

 

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