Hernández Nava, segundo periodo rectoral

Antes de ayer dio inicio, formalmente, el segundo periodo rectoral del rector José Eduardo Hernández Nava, esto a través de una ceremonia en la que estuvieron tanto autoridades universitarias como del gobierno del Estado, incluida la presencia del Ejecutivo estatal José Ignacio Peralta Sánchez.
 
Durante su discurso de apertura de su segundo periodo, el rector Hernández Nava volvió a reiterar que nuestra alma máter sólo podrá enfrentar los retos que le impone el porvenir con unidad y responsabilidad social, y que para ello seguirán las coordenadas impuestas por el Programa de Gobierno, esto es, con ejes rectores como la internacionalización de la educación, el fortalecimiento y consolidación de la investigación científica y tecnológica, el desarrollo de una universidad virtual y la creación de un ecosistema del emprendimiento, además de la integración y bienestar de la familia, la educación inclusiva y el desarrollo sostenible.
 
Si bien es cierto que estos son los cónclaves fundamentales de una universidad que no se quiere quedar a la zaga del rumbo que está tomando la educación de vanguardia en el mundo, también es cierto que las condiciones económicas y políticas de nuestro país dificultan el cumplimiento de estos retos, de ahí que sea doblemente importante cada logro conseguido, por mínimo que sea, dentro de la misión impuesta por este rectorado. Una cosa sí es cierta: en los últimos años el tema que más se ha debatido ha sido el de la politización universitaria, el intervencionismo de grupos de poder ajenos a la institución y el uso de nuestra casa de estudios como plataforma para la proyección de intereses personales, aspectos que en muchos sentidos han permeado su estabilidad y obligado a que la comunidad universitaria se atrinchere en las facultades que le brinda el ser una universidad autónoma y el derecho que le confiere su ley orgánica para autogobernarse, sin darle la espalda, obviamente, ni a la sociedad ni al Estado que la nutre de recursos.
 
Quizá por eso, al reflexionar sobre este segundo periodo rectoral, algunos analistas políticos hayan destacado en la gestión de Hernández Nava la capacidad que éste ha tenido para mantener la concordia entre la comunidad universitaria e impedir que las acechanzas de intereses particulares subvierta la paz y la armonía que toda institución educativa requiere para cumplir con sus compromisos académicos y sociales. Dadas las condiciones que se avecinan (sobre todo de tipo financiero), el desafío seguirá siendo, sin duda, caminar los integrantes de la institución en una misma dirección y atinar en utilizar sus capacidades con el mayor provecho posible, porque ahora de lo que se trata no sólo de pedir más sino de hacer mucho más con lo que ya se tiene.
 
El discurso del rector Hernández Nava deja entrever este compromiso, esperemos que las autoridades de todos los niveles de gobierno asuman también la parte de compromiso que les corresponde y no le den la espalda a una de las instituciones clave para el desarrollo y progreso de nuestro estado.

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