Falcom, 36 Aniversario

Este año se cumplieron 36 años de la Facultad de Letras y Comunicación de nuestra Máxima Casa de Estudios. Para celebrarlos, se realizaron toda esta semana una serie de actividades culturales y académicas que tuvieron como principal particularidad la participación de la razón de ser de la Facultad y de toda nuestra institución: los estudiantes.

Bien organizados y guiados por la directora del plantel, Paulina Rivera Cervantes, y por los coordinadores de las cuatro licenciaturas que hoy constituyen la oferta académica (Krishna Naranjo en Letras Hispanoamericanas, Daniel Peláez en Lingüística, Carolina Anaya en Comunicación y Guillermo Torres en Periodismo), los eventos abarcaron talleres, cursos y mesas redondas.

En la inauguración, incluso, se llevó a cabo la presentación del cortometraje de ficción “Tecuani, hombre jaguar”, ganador  del Festival Colima de Cine 2016, mismo que fue dirigido por los egresados de la Licenciatura en Comunicación, Isis Ahumada y Nelson Aldape. Se dice fácil, pero son ya 36 años de una Facultad que ha proveído a la sociedad colimense de profesionales en las distintas áreas de la comunicación, la lingüística, el periodismo y la literatura.

Muchos de los que ahora ocupan áreas estratégicas en el Gobierno del estado, los municipios, los diferentes medios de comunicación y la propia universidad pasaron por las aulas de esta Facultad y fueron parte de su propia historia, que ahora escriben como profesionales. Muchos de nuestros escritores más importantes, también cruzaron por sus salones de clase. El mayor reto de los egresados sigue siendo el mismo de origen: ejercer su profesión con el mayor profesionalismo y ética posible, que son los valores que, hoy más que nunca, se requieren para conseguir una sociedad mejor. En la actual Facultad de Letras y Comunicación se respira un aire de comprometido trabajo, pero también de sano compañerismo y cooperación.

Los estudiantes siguen siendo, pese a lo globalizado y precoz del mundo, tabulas rasas dispuestas a absorber el mayor conocimiento posible, sin dejar de vivir y disfrutar esta etapa estudiantil única e irrepetible, donde todavía la responsabilidad del mundo, el compromiso laboral y el futuro incierto no consigue agobiarlos (¡y qué bueno!). Ojalá que esta relación humana entre profesores y alumnos que observo, esta camaradería respetuosa y solícita, se mantenga como uno de los pilares de esta Facultad y siga siendo el motivo de su permanencia.

La Facultad de Letras y Comunicación ha sido un nicho de ideas siempre en avanzada, de actitudes críticas, un germen de muchos cambios que han movido a nuestra Casa de Estudios y a nuestra propia entidad, así que estos 36 años bien podrían ser motivo para celebrar también eso: una forma de recordarlo y un pretexto para jamás olvidarlo.

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