El salario de los diputados

Por más que han querido los diputados locales justificar el incremento salarial, éste no deja de ser una ofensa para los colimenses, sobre todo porque luego del cambio de gobierno y de cara a la crisis financiera hay muchos trabajadores que se quedaron sin empleo, a otros les redujeron el salario a la mitad y a muchos otros ni siquiera les han pagado. No es, pues, una justificación válida (ni mucho menos de peso) decir que esos más de treinta mil pesos de aumento están destinados al rubro de previsión social y son para ayudar en realidad a la población pues entonces cabría decir que el remedio salió más caro que la enfermedad. Los diputados locales (todos en su conjunto: priistas, panistas, independentistas, etcétera) se han equivocado con este aumento salarial y la propia sociedad no creo que se los perdone, con lo cual no deberían remilgar y revocarlo. Estoy seguro que si la ciudadanía tuviera una herramienta para echar por debajo este aumento salarial y otras decisiones de similar índole que se han tomado de espaldas a la misma, esta ciudadanía revertiría esa determinación por demás gravosa. Los diputados locales reciben ya un jugoso salario (casi cinco mil pesos en puro uso de celular) y no creo que este aumento de más de treinta mil pesos sea afortunado para una sociedad lacerada económicamente, sobre todo porque presumiblemente los diputados ni siquiera tienen que rendir cuentas sobre el destino que se le daría a este recurso. Por donde se le vea, los diputados nos han dado una lamentable lección con esta aprobación onerosa. Nadie podría culpar ni a una ni a otra fracción parlamentaria, sino a todas en su conjunto: este aumento en sus percepciones los incrimina por igual. La actual legislatura tenía ya de por sí un gran compromiso con la honestidad y la austeridad, esto en virtud de los dictámenes que han presumiblemente detectado corruptelas en el uso de los recursos públicos de la administración anterior, por lo tanto lo último que podría esperarse de los actuales legisladores es que tomen decisiones que, de suyo, van invariablemente a agraviar a la sociedad, tal como lo hizo este aumento en sus percepciones salariales. Como de sabios es reconocer los yerros, esperemos que nuestros diputados tomen conciencia de la situación social y echen atrás su resolución de aumento salarial, así sea éste sólo para ayudar a la ciudadanía.

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