Pensaba el otro día que con la edad se me iban a acabar las preocupaciones de los hijos. Pensaba, casi ingenuamente, que apenas cumpliera mi hijo veinte y mi hija quince, y yo rayara los cincuenta, tan tan asunto concluido, pero luego de un rato de darle vuelo a la preocupación caí en la cuenta de que cuando los hijos crecen, los problemas también crecen, y seguramente estaré para entonces preocupado no porque se vayan a hacer pipí en los calzones sin avisar sino por si encontraron o no trabajo, y luego por si se casaron con un buen hombre o a una buena mujer, y luego viene el asunto de los nietos, si nacerán completos, quiero decir con los dos ojos, las dos piernas, las dos manos, y si crecerán sanos, porque a quién no le gustaría asegurarse de que los nietos corran con la misma suerte de sus padres, si fue buena, o no la corran, si mala fue, y mientras todo esto pensaba me di cuenta otra vez que por pensar tanto me perdí la posibilidad de ver a esas mujeres hermosas que pasaron y esuchar a esos pájaros que cantaron, y que es así, pensando en el pasado o en el futuro, como se nos va en vida lo único real que tenemos en las manos: este día.
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Buena reflexión. Cierta y dolorosa.
Hola, soy Gloria, no sé si recuerde quien soy, le agradezco mucho que me mande sus obras, sus alvuelos, sus minificciones o como la crítica seria de Perucho quiera llamarlo.
Aún no he recibido noticias de donde se venden sus más recientes obras (Exilio y Cruce de vías) espero pronto tener noticias de donde las puede adquirir aquí en la Ciudad de México.
En lo que respecta a su obra «Edad» sólo tengo una pequeña, y es más hasta inútil, crítica, no encuentro la magia que ha tenido en otras minificciones en las que se relatan breves escenas de relaciones familiares; recuerdo «Olas que trascienden» donde el final dejaba a la imaginaión mil posibilidades, en ésta siento angustia, sin posibilidad de que el final vuelve en mi imaginación.
De antemano y siempre le agradeceré la inspiración para la investigación literaria y el deliete de la lectura de minicuentos. Me despido esperando tener más noticias suyas.
Gloria Ramírez
Estimado Sr. Guedea, gracias por enviarme sus articulos, con el simple hecho de su apellido, me basta y sobra, por eso mi opinion, no tiene razon, soy un simple lector de todo lo que usted escribe. saludos desde nuestra tierra.
Acabo de encontrar este sitio y me enamoré. Es tan cierto lo que aqui narra, nunca dejamos de preocuparnos del antes y el después, y el ahora se nos va lentamente de las manos. Saludos y espero recibir sus alvuelos en mi correo. Siga como hasta ahora. y ojalá en las vueltas de la vida, pueda conocerlo personalmente.
Hola Dr. Roguelio me gustaría saber si va a publicar algún tema sobre el Crimen de los Tepames que me encantaría